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¿Quién es Jesús?

  • Foto del escritor: Esteban alfaro
    Esteban alfaro
  • 24 abr 2018
  • 2 Min. de lectura

¿Quién es Jesus?

El hijo de Dios llegó desde el cielo para habitar entre nosotros, y cuyo propósito final es el de gobernar y recibir adoración eternamente, pero primero vino a buscar, rescatar y salvar todo lo que se había perdido.

“Lucas 19:10 Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”.

Vino a salvar a su pueblo de sus pecados, vino a morir con el fin no de ser servido, sino para servir y dar su vida como sacrificio para el rescate de muchos.

Mateo 20:28.

Así Jesús vino a este mundo como un niño indefenso, sujeto como cualquier otro humano a los cuidados y atenciones de sus padres, pero cuya vida fue una sin pecado, en perfecta obediencia a las rigurosas demandas de la ley de Moisés, y desde luego al propósito de Dios Padre, encarnando así una vida de perfección en santidad divina en su condición humana, la misma necesaria para cuando llegase el momento de la sustitución, donde en la cruz, Jesús intercambió esa vida pura, santa, por la nuestra, que muy por el contrario es llena de pecado, iniquidades y manchas, pero esto era necesario para que entonces nosotros pudiéramos ser declarados justos ante Dios y ser librados de pagar el precio del pecado que es la muerte eterna; en su lugar Jesucristo hizo esto por cada uno de los que creen en él y su obra en la cruz.

Jesucristo no estuvo exento de padecer las vulnerabilidades humanas, las tentaciones, justo como cualquiera de nosotros, sin embargo, él si logró resistir triunfalmente ante todas estas circunstancias por nosotros, humillándose así mismo, asumiendo en si los pecados nuestros, y sufriendo la peor de las muertes humillantes, como si en realidad fuese culpable.

Pero en su muerte, vino su victoria gloriosa, en su resurrección, glorificándose como Dios tanto sobre la vida como sobre la muerte, venciendo a la misma y por consiguiente librarnos de una muerte eterna lejos de la presencia de Dios.

Por ello sería insensato no confesar a Cristo como Señor y Salvador de nuestras vidas, ya que él y sólo él, en su condición de Dios hecho humano, pero con una vida santa, expió nuestros pecados y nos declaró justificados ante el Padre, concediéndonos la salvación y vida eterna de forma gratuita.

La invitación está dada:

“Apocalipsis 22:17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”

En Jesucristo se manifiesta la plenitud de la gloria de Dios, resplandeciendo en aquellos que tengan ojos espirituales para verla.

Cristo es el camino (una vida a recorrer en medio de las tribulaciones y bendiciones), la verdad (en su Palabra, código de conducta moral establecida por Dios para la humanidad) y la vida (vida eterna delante de la presencia de Dios, por medio del favor, la gracia, don dado por Dios gratuitamente, a través de la fe en Cristo).

Dios los bendiga.


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