top of page

¿Dónde está Dios?

  • Foto del escritor: Esteban alfaro
    Esteban alfaro
  • 26 ene 2018
  • 2 Min. de lectura

A menudo los que ya creemos en el Señor nos comportamos, oramos y reaccionamos como si no estuviéramos seguros de la presencia de Dios en nuestra mente, aun sabiendo que Dios es omnisciente.

Pero saber ese concepto, (que Dios es omnisciente) no es suficiente, debemos reconocer que estamos ante su presencia cada día de nuestras vidas.

Dios está en todo lugar con toda su plenitud, todo su amor, santidad, misericordia, su ira, su perdón, todos sus atributos plenos en todo lugar, siendo el mismo ayer, hoy y siempre, siendo invariable.

No podemos confinar la presencia de Dios en lugares específicos, sino que en todo tiempo y lugar allí está el Señor.

No existe lugar alguno o cosa que hagamos, donde podamos ocultarnos de la presencia de Dios. Aún ni en las tinieblas más profundas escaparíamos de su presencia.

El Señor desea que nos demos cuenta y reconozcamos que todo lo que hacemos está bajo su constante escrutinio, y que a su vez Dios Padre todo amoroso está siempre en control de todo en nuestras vidas, desde el día que le recibimos como Señor y Salvador.

Como creyentes de Cristo ya nunca estaremos solos, ya que moramos en su presencia y él a su vez mora en nosotros (1 Juan 3:24) “El que guarda sus mandamientos permanece en ÉL y Dios en él”

¿Pero qué significa esto “nosotros en Dios y Él en nosotros”?

Quizás una forma sencilla de entenderlo es viendo a los peces y a las ballenas o delfines.

Un pez está sumergido en el océano, y esta agua está dentro del pez ya que el respira a través de sus branquias, así que el pez está en el agua y el agua en el pez, bajo esa misma condición estamos los cristianos, los que creemos en Dios, estando en su presencia y la presencia de Él en nosotros como templos del Espíritu Santo que mora en nosotros en todo momento.

Sin embargo, los que aún no aceptan a Jesucristo, como Señor y Salvador, se encuentran bajo las mismas condiciones de ballenas y delfines, que aún que sumergidos en los océanos, sus aguas no están en ellos ya que lo que respiran es el aire del exterior.

Un no creyente aunque constantemente rodeado por la presencia de Dios ya que Él es omnisciente, no tiene la presencia de Dios dentro de ellos.

Al proclamar y creer en Jesucristo como Señor y Salvador, que murió y resucito de entre los muertos por nuestra salvación y que su sangre preciosa nos limpia y perdona de todo pecado, nos transformamos en nuevas criaturas, santos a los ojos de Dios, pasando de ballenas a peces, donde estaremos sumergidos en la presencia de Dios y ésta estará en nosotros por el Espíritu Santo

Agradezcamos esta bendición de ser transformados, viviendo tranquilos, libres, dejando de sentirnos fuera de lugar, porque ya Dios nos dio la libertad, serenidad y se convirtió en nuestra ancla.

Y al darnos cuenta que todo en cuanto a nuestras vidas está bajo su dirección y control, podremos nadar en los mares de la presencia de Dios con toda esperanza, libertad y promesa de vida eterna en el Señor Jesucristo.


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page