No hay otro Evangelio

Como cristianos debemos tener presente y cuidado que, constantemente se están levantando falsos profetas, falsos cristos, incluso realizando señales, y prodigios, originados del mismo mal cuyo objetivo es engañar a los que no conocen a Jesucristo, pero en especial a los que SI le conocen, a los que hemos sido escogidos para ser llamados hijos de Dios.

¿Porqué es posible este engaño, seguir falsas doctrinas, falsos profetas?

El dejarse llevar como barco a la deriva, con vientos de falsas doctrinas, es consecuencia de querer permanecer como niños espirituales, y no dar el paso de madurez y crecimiento espiritual, lo cual aprendemos como hacer únicamente en la Palabra de Dios, meditando en ella, orando a Dios para que nos de entendimiento y revelación sobre su mensaje para nosotros.

Y así con la sabiduría de lo alto dada por Dios a través de su Evangelio, que enseña, redarguye, corrige e instruye, evitaremos el caer en las artimañas de hombres que con astucia nos llevan al error.

Cuidado de aquellos que quieran agregar o quitar aunque fuera un acento de la Biblia, no importa si son pastores, hombres sabios, de ciencia, o incluso un mismo “ángel” ya que sin importar quien sea, si lo que anuncia, NO está acorde a las enseñanzas SELLADAS en la Biblia, NO es de Dios, su mensaje. Pero esta sabiduría de discernir, sólo la dará el Señor a través del estudiar, escudriñar, y meditar su Palabra, su Evangelio.

La Biblia es la verdad de Dios, inspirada por él, que llega al corazón de quien la medita, sin errores, sin inconsistencias, sin error en ella, sino que el error es en nuestra forma de pensar, que debe ser transformada, debemos pedir a Dios que nos revele su pensamiento, ya que nuestra mente es finita, limitada, incapaz por si sola entender los pensamientos de Dios.

Pero el Padre en su infinita fidelidad, sabiduría y misericordia, nos da ese entendimiento por medio de su Espíritu Santo, para que así podamos descubrir los tesoros escondidos en la Palabra.

¿Y porque escondidos?, porque así cuando Dios ve el corazón de cada uno de nosotros, verá el amor, pasión y deseo que tengamos sincero de buscarle, y ser cada día más como Jesús.

Sólo un Evangelio y un Maestro hay, los que Dios mismo nos dejó, su Hijo y su Palabra, quien no entienda esto, condenado está a ser engañado.

Gracias Padre, Dios todo poderoso por tu Palabra, la cual nos enseña, corrige, nos da dirección y es la guía para no perdernos y desviarnos del camino verdadero que es tu hijo Jesucristo, Amén.