Afrenta de las naciones
- Esteban alfaro
- 15 ene 2018
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La sutileza y disfraces con los que el enemigo convence a todos aquellos que prestan oído a doctrinas, comportamientos, filosofías, hábitos inmorales, es muy grande; todo por no contrapeso éstas cosas contra la Palabra de Dios, y pedir revelación al Espíritu Santo, sobre si las mismas son conforme a la Palabra, voluntad y agrado de Dios.
La ceguera espiritual llega a ser tal que los hombres terminan aceptando lo que para Dios es Abominación, convirtiéndose en soberbios, en necios que llegan al punto de hacer mofa del mismo Dios, despreciando su Palabra, y las enseñanzas que en ella el Señor tiene reservadas para nosotros.
Se ha permitido que el pecado crezca dentro del corazón como una infección, al punto de llegar a contaminar todo un pueblo, toda una nación, ofendiendo gravemente a cada persona por atentar contra su dignidad, su honor, su credibilidad, y así mismo a cada familia, y al país, permitiendo al pecado señorearse, y gobernar en sus vidas.
Pidamos a Dios todopoderoso, su misericordia, su perdón y cobertura, por cada una de aquellos que viven en tinieblas, y no sólo concienten sino que promueven el pecado a causa del engaño en el que el enemigo los tiene envueltos, pidamos porque el poder de Dios erradique la infección del pecado sobre nuestros corazones, familias y nuestra nación.
