Dios enjuaga nuestras lágrimas
- Esteban alfaro
- 31 dic 2017
- 1 Min. de lectura
En mundo convulsionado como el de hoy, son siempre poco alentadores los escenarios sobre economía, política y otros temas. Sin duda, hay lugar para grandes expectativas, planes para el futuro e, incluso, toda clase de preocupaciones. ¿Cómo podemos esperar que todo mejore y que nuestra familia y seres queridos vivan en un mundo mejor y más seguro? ¿De qué manera podemos ser optimistas cuando vemos disturbios por todas partes?
No importa lo que pueda suceder. Las nuevas etapas pueden prometer, ya no calamidades, sino cosas grandes y maravillosas si verdaderamente confiamos en que el Padre celestial tiene el control de nuestra vida, nuestros planes y los deseos de nuestro corazón.
Debemos recordar que Dios está siempre con nosotros y que nos ama sin medida. Puede darnos la fortaleza que necesitamos para llevar a cabo nuestras resoluciones y las promesas que nos hicimos. Él es nuestra esperanza… ¡hoy, mañana y siempre!
Oración: Señor, pongo mi futuro en tus manos y te pido que me des completa paz respecto a El. No quiero tratar de asegurar mi futuro con mis propios planes. También Te entrego todas mis preocupaciones, sabiendo que tienes cuidado de mi y que no me dejaras caer. Hoy extiendo mi mano hacia la tuya a fin de caminar contigo hacia el futuro de bien que tienes para mi. Amén