Dios conoce mira mi corazón
- Esteban alfaro
- 3 dic 2017
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El momento de la salvación marca el comienzo de una relación con Dios, comenzamos a desarrollar un compañerismo más profundo con el Padre, crecer en el conocimiento de su Palabra y servirle. Al recibir a Jesús, nuestra vida debe comenzar a caracterizarse por el crecimiento espiritual constante.

Pidamos al Señor que nos indique los aspectos de nuestra vida que entorpecen nuestro andar espiritual. Nuestros corazones deben ser humildes y sinceros delante de Dios, y estar valerosamente dispuestos a mirar nuestro interior, y cuando nuestro Padre nos muestre algo de lo que debemos ocuparnos, debemos evitar justificar nuestra conducta, ya que esto detiene el crecimiento. Además, debemos tener paciencia, porque la madurez espiritual toma tiempo.

Oremos sin cesar, en todo tiempo y oración de súplica, pidiéndole a Dios que le revele cualquier cosa que nos impida tener una amistad estrecha con Él. Que el día de hoy sea el comienzo de un nuevo período de crecimiento en nuestras vidas.
